Me parece necesario aclarar que soy una persona con tendencias depresivas desde los 13 años. Comenzó a manifestarse en mí con la ruptura de mis creencias religiosas, el malestar general que me ocasionaba la muerte de mi madre, el convivir en una familia no convencional, una seguidilla de situaciones relacionadas con abusos y acosos sexuales y un autoestima machacado.
Recién a partir de los 16/17 comencé a presentar también síntomas muy leves de ansiedad que con el tiempo fueron agravándose. A cada paso que salía de la depresión, mi ansiedad empeoraba. Y cuando la depresión volvía, la ansiedad disminuía muchísimo.
Así pasé varios años, saltando de la depresión a la ansiedad, hasta este último año que, prácticamente, soy una ovillo de ansiedad.
Resumen de mi historia con la marihuana
Comencé a fumar casi regularmente hace más de un año, con mi ex pareja. Durante los primeros ocho meses jamás fumé sola. De echo, ni siquiera sentía que me pegara siempre. Después terminamos y empecé a fumar sola muy de vez en cuando o con amigos, y me empezó a pegar más y muy bien. En realidad, hasta solo con dos o tres buenas secas quedaba fumadísima. Mismo con el alcohol, con poco más de media botella de litro de cerveza ya estoy en pedo. Y, la verdad, en dos años nunca tuve un mal viaje; sí llegué a sentir un poco de paranoia, pero ante situaciones estúpidas y durante poquísimos minutos, y nada que no pudiese controlar y reírme de eso.
Sobre mis flashes puedo decir que cuando consumía mirando alguna obra artística (musical, cinematográfica, etc.), me quedaba alucinada y lo disfrutaba muchísimo. Cuando lo consumía sola o en compañía, generalmente me producía risas y me llevaba a reflexionar mucho sobre la naturaleza humana. Era una sensación muy extraña, que me daba la seguridad de creer que podía comprender completamente a la otra persona. Como si hiciera un análisis sobre las reacciones animales que poseemos en nuestro inconsciente y la relación con los pensamientos naturales que tenemos todos hoy en día. Me gustaba mucho y sentía que descubría cosas nuevas, o profundizaba en las viejas.
Las últimas veces quizás me daba cuenta de que me pegaba mucho y me daba un poco de espasmos en el cuerpo, muuuuuy leves, y lo bajaba comiéndome algo. Por lo general si tenía la sensación de que no me estaba pegando muy bien o que me estaba pegando demasiado, era consciente de eso, por lo que lo podía controlar complemente. Hasta ahora.
Mi conclusión después de tener un mal viaje
Después de mi pésima experiencia no me hice una anti-drogas, ni creo convertirme en eso nunca. Siempre voy a defender la decisión de una persona sobre su propio cuerpo y sobre tomar sus propias decisiones. Pero sí me posicioné en un lugar un poco más neutro. A veces uno para romper con las obvias estupideces arcaicas que nos impone el Estado, la sociedad o nuestro propio entorno, se convierte en completamente lo opuesto. No es la idea. La idea, para mí, fue entender que las drogas son recreativas y que todos las hemos usado o las usamos para disuadirnos de la realidad. Y que para algunos son funcionales y para otros no. Para mí creí que sí, pero poco a poco me fui dando cuenta de que me dejaba como apaciguada de todo lo que sucedía en mi vida y me impedía concentrarme realmente en mis estudios. También ahora, que no me drogo ni tomo alcohol (aunque vamos a ver cuánto me dura), me doy cuenta de que como no me queda otra opción más que no beber ni fumar, descubrí que la puedo pasar bien igual.
El tema de las drogas, además de que cada uno las consume por lo que sea que quiera consumirla, es también tener una excusa para hacer o decir cosas que no "podrías hacer" estando sobrio, y cagarse de risa sin drama porque total el resto te ve y dice "bueno, está drogadx o borrachx", mientras que si uno lo llegase a hacer sobrio, uno piensa que el resto lo ve y dice "está demente". Eso lo noté cuando muchas veces yo me fumaba un porro y la otra persona no, e igual terminábamos cegándonos de risa mal y flasheandola mal ambas personas porque yo estaba completamente drogada y la otra persona se sentía también con la libertad suficiente para hacer y decir cualquiera. Es como un efecto contagioso. Si el otro está siendo libre sin culpa, a uno medio se le pega. Además uno estando drogado se permite pensar en cosas que no están relacionadas sí o sí a lo que debe hacer o a cosas que le afectan directamente. Se da un rato para pensar en la vida en general.
En fin, hoy en día, teniendo la experiencia encima de haber fumado casi diariamente por dos años y haber estado en pareja con dos personas diferentes las cuales siempre fumaban por lo menos un faso todos los días, puedo decir que es una paja fumar todos los días. No está bueno. Y no porque sea como la cocaína que después quedas re quemado, sino porque veo que en ambos se repite que se estancan en sus propósitos, o no pueden bajar de peso porque el bajón de la marihuana te hace arrasar la heladera, o no pueden mantener el ejercicio físico porque te fumas uno y alta paja ir al gym, o no pueden estudiar porque, ¿cómo concentrarte en los LOGARITMOS estando drogado?
No es una cuestión de blancos y negros. Pero al parecer nuestros mayores o nuestros superiores siempre nos quieren hacer creer que en cuando a la marihuana es todo negro, y nosotros nos queremos creer que es una plantita y que es todo blanco. Y no. No nos hagamos más los giles pensando que la marihuana es sólo mala si tenés un mal viaje como yo, y que sólo te pasa si estás pasando un mal momento, y que la marihuana es maravillosa y perfecta. La marihuana, como cualquier droga, PUEDE llegar a ser mala porque, a pesar de que nos escudamos diciendo que científicamente no genera una adicción, la verdad frente a mis ojos y mis experiencias es que sí PUEDE generar una dependencia. Una dependencia que te pone muchas barreras mientras te pinta flores y colores y te hace creer que te convertiste en la persona más creativa del mundo.
No me arrepiento de haber fumado. No me arrepiento de haberme emborrachado. Tampoco puedo decir que no vaya a hacer ninguna de estas cosas nunca más. Lo que sí puedo decir es que ya no voy a escudar mis acciones diciendo que son plantitas, o que es un poco de alcohol algunos fines de semana. Son cosas que a veces nos generan daños, que no son mortales como los de otras drogas más pesadas, pero que si se consumen con regularidad también te pueden ocasionar daños, daños que quizás hasta nos sean imposibles de ver.
A veces extraño fumar, pero porque era un ritual con mi pareja y mis amigxs. No extraño perder la sensación de la realidad bajo una droga, porque ahora descubrí otras formas de perder la sensación de la realidad, sin necesidad de perder el control de mi cuerpo o mi mente. O más bien, sentir una sensación de realidad completamente diferente a la que uno tiene en el día a día. No es necesario fumar o tomar o consumir para salir de tu sistema un rato. Yo hoy me escapé un rato, y fue escribiendo esto.
Comencé a fumar casi regularmente hace más de un año, con mi ex pareja. Durante los primeros ocho meses jamás fumé sola. De echo, ni siquiera sentía que me pegara siempre. Después terminamos y empecé a fumar sola muy de vez en cuando o con amigos, y me empezó a pegar más y muy bien. En realidad, hasta solo con dos o tres buenas secas quedaba fumadísima. Mismo con el alcohol, con poco más de media botella de litro de cerveza ya estoy en pedo. Y, la verdad, en dos años nunca tuve un mal viaje; sí llegué a sentir un poco de paranoia, pero ante situaciones estúpidas y durante poquísimos minutos, y nada que no pudiese controlar y reírme de eso.
Sobre mis flashes puedo decir que cuando consumía mirando alguna obra artística (musical, cinematográfica, etc.), me quedaba alucinada y lo disfrutaba muchísimo. Cuando lo consumía sola o en compañía, generalmente me producía risas y me llevaba a reflexionar mucho sobre la naturaleza humana. Era una sensación muy extraña, que me daba la seguridad de creer que podía comprender completamente a la otra persona. Como si hiciera un análisis sobre las reacciones animales que poseemos en nuestro inconsciente y la relación con los pensamientos naturales que tenemos todos hoy en día. Me gustaba mucho y sentía que descubría cosas nuevas, o profundizaba en las viejas.
Las últimas veces quizás me daba cuenta de que me pegaba mucho y me daba un poco de espasmos en el cuerpo, muuuuuy leves, y lo bajaba comiéndome algo. Por lo general si tenía la sensación de que no me estaba pegando muy bien o que me estaba pegando demasiado, era consciente de eso, por lo que lo podía controlar complemente. Hasta ahora.
El peor viaje de mi vida
El peor viaje de mi vida empezó con un buen porro de flores fumando en el balcón de la pieza de mi novio. Eran flores que yo ya había probado con el bong, y la verdad pegaban muy lindo. Como sé de mis límites, en un momento me di cuenta de que tenía que cortarla porque ya estaba muy fumada, pero mi novio me lo volvió a pasar y, como estábamos hablando, me olvidé y seguí fumando. Después me vino todo de golpe.
Me tuve que acostar en la cama. Todo pasó muy rápido. Mis pensamientos iban uno tras otro, no frenaban. Mi novio entró para ver cómo estaba y a mí me daba vueltas todo. Me pidió que me levantara, pero yo le dije que no podía, me sentía como atropellada. De repente me di cuenta que mi corazón estaba aceleradísimo. Parecía como si hubiese corrido una maratón y yo estaba acostada sin moverme.
Me dio una pequeña puntada en el pecho, ya no sé si imaginaria o real. Empecé a asustarme muchísimo y le pedí a mi novio que llamara a la ambulancia. Mi novio se negó, me dijo que estaba teniendo un mal viaje, que me tenía que calmar. Yo insistía, desesperada, en que me estaba por agarrar un paro cardíaco. Pensaba en que si me agarraba ahí, hasta que mi novio llamara a la ambulancia me iba a morir. Pensaba en que él no sabía de RCP, que tuve que haberle enseñado, que me iba a morir en la cama de mi novio, en pijama, semi en bolas. ¿O quizás era un mal flash, como el me decía?
Mi mente empezó a trabajar y me empecé a decir a mí misma que me tenía que calmar, que era un mal viaje simplemente y que no me iba a pasar nada. Que si me relajaba la taquicardia iba a frenar. Intentaba respirar profundo y despacio, para que el corazón desacelerara, pero estuve un par de minutos así y el corazón me seguía a todo motor todavía, entonces me volvía a asustar y le volvía a pedir a mi novio que me llevara al hospital. Él insistía en que no me iba a pasar nada, que lo que yo tenía que hacer era relajarme. Pésimo consejo, por cierto, porque si pudiese relajarme ya lo hubiera hecho.
Yo, mientras, tenía delirios. Pensaba en que inconscientemente yo me sentía en peligro y por eso mi mente primitiva se ponía en alerta y mi corazón se aceleraba. Pensaba en que tenía que encontrar la forma de sentirme segura físicamente, así mi cerebro lo entendía. Mi novio me sacó la ropa y me puso una remera suya, me dijo que me acostara en la cama, que íbamos a intentar dormir y que me relajara. Mientras él fue al baño, yo intenté acomodarme abajo de las frazadas, calentando mi cuerpo así mi cerebro iba a tener la sensación de que estaba a salvo. Lo intenté un rato y no funcionó. Así que me levanté y me saqué la remera de mi novio para empezar a cambiarme con mi ropa. Estaba convencida de que tenía que salir de la habitación e ir a un hospital. Convencida de que la única forma de calmarme iba a ser que me dieran una inyección que bajara mi ritmo cardiaco o que que cayera inconsciente.
Cuando mi novio vuelve a entrar al cuarto yo estoy completamente desnuda con mi remera en la mano que quería ponerme, pero estaba demasiado nerviosa y temblorosa y se me dificultaba. Ahora, pensándolo, da risa, pero en ese momento era todo muy desesperante. Pensaba que encima que me iba a morir en la casa de mi novio, me iba a morir desnuda e iba a ser patético. Intenté salir de la habitación y mi novio puso su brazo entremedio. Yo intentaba vestirme, intentaba salir, intentaba escapar con urgencia. Cuando volví a intentar salir, mi novio otra vez se interpuso en mi camino poniendo su brazo, y a mí me costaba tanto hablar y respirar que le di un mordisco. Fue despacio y fue a consciencia, fue más bien una medida desesperada para hacerle entender que necesitaba al menos salir de la casa, pero él lo tomó como que me había vuelto loca. Y al mismo tiempo yo también lo comenzaba a creer.
Toda esta sensación de muerte inminente terminó al momento en que pude calmarme unos segundos, sentarme en la punta de la cama y pedirle a mi novio que también se siente. Lo agarré del brazo, lo miré a los ojos y le dije con la mayor honestidad del mundo: "Yo sé que estoy teniendo un mal viaje, y probablemente sean paranoias mías, pero estoy muy asustada y yo me conozco mejor que nadie, y sé que para calmarme la única forma va a ser que salgamos de esta casa, que nos acerquemos a un hospital y nos quedemos afuera. Así voy a pensar que si me agarra un ataque al corazón, estoy literalmente a dos metros del hospital y me voy a poder salvar. Por favor te lo pido, haceme caso en esto, te lo digo conscientemente". Finalmente me vestí, salimos, me senté enfrente del hospital y esperé. Me dije a mi misma: "Ya estamos acá. Relajate. Si te agarra algo, estamos a salvo". Y poco a poco el miedo fue parando. Después caminamos y se me fue el miedo completamente, al ver que no me pasó nada y que todo fue una gran paranoia.
Mi mayor miedo, en realidad, no fue el de morirme. Eso era lo que me mantenía acelerada y con ganas de salir de la casa. En realidad fue la peor experiencia de mi vida porque empecé a tener pensamientos crudos. Veía a mi novio a los ojos y pensaba: "Sé que su nombre es Nicolás, sé lo que vivimos, sé que conoce lo que yo dejé que el conociera de mí, pero realmente no me conoce. Nadie me conoce. Nadie realmente conoce a nadie". Son cosas que ya sabemos, pero que las tomamos a la ligera. Yo me las tomé como un peligro más. A veces uno no es consciente de las barbaridades que se le están pasando al otro por la cabeza. Empecé a tener una desesperación incontrolable. No era dueña de mi propio cuerpo ni de mi propia cabeza. No tenía miedo de que me hiciera algo; tenía miedo de que nunca iba a conocer realmente a nadie y nunca nadie me iba a conocer realmente a mí, y que todos vivíamos fingiendo que nos conocíamos entre todos, y que todo era una gran farsa.
Empecé a pensar que nada tenía sentido; que toda esta vida que vivimos es una construcción que nos inventamos para no volvernos locos al darnos cuenta de que no tiene sentido absolutamente nada. Para colmo, los pensamientos iban tan rápidos que eran mucho más abrumadores de lo que hoy, estando sobria, lo son, pero aún así por momentos me aterran. Pensamientos que antes simplemente me deprimían, ese día comenzaron a generarme ansiedad y desesperación. Pensaba que, al haberme dado cuenta de cómo nadie se conocía con nadie, de cuán solos estábamos, de que nunca íbamos a ser completamente entendidos por nadie, de que todo era una construcción para no volvernos locos, entonces yo ahora iba a volverme loca. Pensaba que ya no iba a haber vuelta atrás.
Me acuerdo que agarraba a mi novio y le pedía que habláramos o discutiéramos para poder darle sentido a algo, pero todo me parecía estúpido. Incluso pensar en si seguíamos estando juntos o no, si estábamos bien o estábamos peleando mucho, me parecía estúpido. Todo me parecía tan insignificante que sentía que estaba al borde de caer en la locura y no volver nunca más. Me sentía completamente sola en el mundo.
Estas secuencias de pensamientos las volví a tener varias veces más, estando sobria. Hablándolo con mi psiquiatra y mi psicóloga, es más que evidente que en realidad el ataque de pánico, más allá de la droga, fue algo que se venía acumulando y que ese día simplemente estalló. Pero la acumulación de cosas de las que quizás no puedo hablar con mi círculo, ni incluso con mi psicóloga, hizo que mi cuerpo hablara por mí. Pero incluso siendo así, siento que todos pasamos por cosas más o menos similares y todos podemos tener malos viajes porque todos guardamos muchas cosas y, la verdad, el día y el momento en el que todo desemboque hubiese preferido no estar bajo los efectos de la marihuana.
El peor viaje de mi vida empezó con un buen porro de flores fumando en el balcón de la pieza de mi novio. Eran flores que yo ya había probado con el bong, y la verdad pegaban muy lindo. Como sé de mis límites, en un momento me di cuenta de que tenía que cortarla porque ya estaba muy fumada, pero mi novio me lo volvió a pasar y, como estábamos hablando, me olvidé y seguí fumando. Después me vino todo de golpe.
Me tuve que acostar en la cama. Todo pasó muy rápido. Mis pensamientos iban uno tras otro, no frenaban. Mi novio entró para ver cómo estaba y a mí me daba vueltas todo. Me pidió que me levantara, pero yo le dije que no podía, me sentía como atropellada. De repente me di cuenta que mi corazón estaba aceleradísimo. Parecía como si hubiese corrido una maratón y yo estaba acostada sin moverme.
Me dio una pequeña puntada en el pecho, ya no sé si imaginaria o real. Empecé a asustarme muchísimo y le pedí a mi novio que llamara a la ambulancia. Mi novio se negó, me dijo que estaba teniendo un mal viaje, que me tenía que calmar. Yo insistía, desesperada, en que me estaba por agarrar un paro cardíaco. Pensaba en que si me agarraba ahí, hasta que mi novio llamara a la ambulancia me iba a morir. Pensaba en que él no sabía de RCP, que tuve que haberle enseñado, que me iba a morir en la cama de mi novio, en pijama, semi en bolas. ¿O quizás era un mal flash, como el me decía?
Mi mente empezó a trabajar y me empecé a decir a mí misma que me tenía que calmar, que era un mal viaje simplemente y que no me iba a pasar nada. Que si me relajaba la taquicardia iba a frenar. Intentaba respirar profundo y despacio, para que el corazón desacelerara, pero estuve un par de minutos así y el corazón me seguía a todo motor todavía, entonces me volvía a asustar y le volvía a pedir a mi novio que me llevara al hospital. Él insistía en que no me iba a pasar nada, que lo que yo tenía que hacer era relajarme. Pésimo consejo, por cierto, porque si pudiese relajarme ya lo hubiera hecho.
Yo, mientras, tenía delirios. Pensaba en que inconscientemente yo me sentía en peligro y por eso mi mente primitiva se ponía en alerta y mi corazón se aceleraba. Pensaba en que tenía que encontrar la forma de sentirme segura físicamente, así mi cerebro lo entendía. Mi novio me sacó la ropa y me puso una remera suya, me dijo que me acostara en la cama, que íbamos a intentar dormir y que me relajara. Mientras él fue al baño, yo intenté acomodarme abajo de las frazadas, calentando mi cuerpo así mi cerebro iba a tener la sensación de que estaba a salvo. Lo intenté un rato y no funcionó. Así que me levanté y me saqué la remera de mi novio para empezar a cambiarme con mi ropa. Estaba convencida de que tenía que salir de la habitación e ir a un hospital. Convencida de que la única forma de calmarme iba a ser que me dieran una inyección que bajara mi ritmo cardiaco o que que cayera inconsciente.
Cuando mi novio vuelve a entrar al cuarto yo estoy completamente desnuda con mi remera en la mano que quería ponerme, pero estaba demasiado nerviosa y temblorosa y se me dificultaba. Ahora, pensándolo, da risa, pero en ese momento era todo muy desesperante. Pensaba que encima que me iba a morir en la casa de mi novio, me iba a morir desnuda e iba a ser patético. Intenté salir de la habitación y mi novio puso su brazo entremedio. Yo intentaba vestirme, intentaba salir, intentaba escapar con urgencia. Cuando volví a intentar salir, mi novio otra vez se interpuso en mi camino poniendo su brazo, y a mí me costaba tanto hablar y respirar que le di un mordisco. Fue despacio y fue a consciencia, fue más bien una medida desesperada para hacerle entender que necesitaba al menos salir de la casa, pero él lo tomó como que me había vuelto loca. Y al mismo tiempo yo también lo comenzaba a creer.
Toda esta sensación de muerte inminente terminó al momento en que pude calmarme unos segundos, sentarme en la punta de la cama y pedirle a mi novio que también se siente. Lo agarré del brazo, lo miré a los ojos y le dije con la mayor honestidad del mundo: "Yo sé que estoy teniendo un mal viaje, y probablemente sean paranoias mías, pero estoy muy asustada y yo me conozco mejor que nadie, y sé que para calmarme la única forma va a ser que salgamos de esta casa, que nos acerquemos a un hospital y nos quedemos afuera. Así voy a pensar que si me agarra un ataque al corazón, estoy literalmente a dos metros del hospital y me voy a poder salvar. Por favor te lo pido, haceme caso en esto, te lo digo conscientemente". Finalmente me vestí, salimos, me senté enfrente del hospital y esperé. Me dije a mi misma: "Ya estamos acá. Relajate. Si te agarra algo, estamos a salvo". Y poco a poco el miedo fue parando. Después caminamos y se me fue el miedo completamente, al ver que no me pasó nada y que todo fue una gran paranoia.
Mi mayor miedo, en realidad, no fue el de morirme. Eso era lo que me mantenía acelerada y con ganas de salir de la casa. En realidad fue la peor experiencia de mi vida porque empecé a tener pensamientos crudos. Veía a mi novio a los ojos y pensaba: "Sé que su nombre es Nicolás, sé lo que vivimos, sé que conoce lo que yo dejé que el conociera de mí, pero realmente no me conoce. Nadie me conoce. Nadie realmente conoce a nadie". Son cosas que ya sabemos, pero que las tomamos a la ligera. Yo me las tomé como un peligro más. A veces uno no es consciente de las barbaridades que se le están pasando al otro por la cabeza. Empecé a tener una desesperación incontrolable. No era dueña de mi propio cuerpo ni de mi propia cabeza. No tenía miedo de que me hiciera algo; tenía miedo de que nunca iba a conocer realmente a nadie y nunca nadie me iba a conocer realmente a mí, y que todos vivíamos fingiendo que nos conocíamos entre todos, y que todo era una gran farsa.
Empecé a pensar que nada tenía sentido; que toda esta vida que vivimos es una construcción que nos inventamos para no volvernos locos al darnos cuenta de que no tiene sentido absolutamente nada. Para colmo, los pensamientos iban tan rápidos que eran mucho más abrumadores de lo que hoy, estando sobria, lo son, pero aún así por momentos me aterran. Pensamientos que antes simplemente me deprimían, ese día comenzaron a generarme ansiedad y desesperación. Pensaba que, al haberme dado cuenta de cómo nadie se conocía con nadie, de cuán solos estábamos, de que nunca íbamos a ser completamente entendidos por nadie, de que todo era una construcción para no volvernos locos, entonces yo ahora iba a volverme loca. Pensaba que ya no iba a haber vuelta atrás.
Me acuerdo que agarraba a mi novio y le pedía que habláramos o discutiéramos para poder darle sentido a algo, pero todo me parecía estúpido. Incluso pensar en si seguíamos estando juntos o no, si estábamos bien o estábamos peleando mucho, me parecía estúpido. Todo me parecía tan insignificante que sentía que estaba al borde de caer en la locura y no volver nunca más. Me sentía completamente sola en el mundo.
Estas secuencias de pensamientos las volví a tener varias veces más, estando sobria. Hablándolo con mi psiquiatra y mi psicóloga, es más que evidente que en realidad el ataque de pánico, más allá de la droga, fue algo que se venía acumulando y que ese día simplemente estalló. Pero la acumulación de cosas de las que quizás no puedo hablar con mi círculo, ni incluso con mi psicóloga, hizo que mi cuerpo hablara por mí. Pero incluso siendo así, siento que todos pasamos por cosas más o menos similares y todos podemos tener malos viajes porque todos guardamos muchas cosas y, la verdad, el día y el momento en el que todo desemboque hubiese preferido no estar bajo los efectos de la marihuana.
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Mi conclusión después de tener un mal viaje
Después de mi pésima experiencia no me hice una anti-drogas, ni creo convertirme en eso nunca. Siempre voy a defender la decisión de una persona sobre su propio cuerpo y sobre tomar sus propias decisiones. Pero sí me posicioné en un lugar un poco más neutro. A veces uno para romper con las obvias estupideces arcaicas que nos impone el Estado, la sociedad o nuestro propio entorno, se convierte en completamente lo opuesto. No es la idea. La idea, para mí, fue entender que las drogas son recreativas y que todos las hemos usado o las usamos para disuadirnos de la realidad. Y que para algunos son funcionales y para otros no. Para mí creí que sí, pero poco a poco me fui dando cuenta de que me dejaba como apaciguada de todo lo que sucedía en mi vida y me impedía concentrarme realmente en mis estudios. También ahora, que no me drogo ni tomo alcohol (aunque vamos a ver cuánto me dura), me doy cuenta de que como no me queda otra opción más que no beber ni fumar, descubrí que la puedo pasar bien igual.
El tema de las drogas, además de que cada uno las consume por lo que sea que quiera consumirla, es también tener una excusa para hacer o decir cosas que no "podrías hacer" estando sobrio, y cagarse de risa sin drama porque total el resto te ve y dice "bueno, está drogadx o borrachx", mientras que si uno lo llegase a hacer sobrio, uno piensa que el resto lo ve y dice "está demente". Eso lo noté cuando muchas veces yo me fumaba un porro y la otra persona no, e igual terminábamos cegándonos de risa mal y flasheandola mal ambas personas porque yo estaba completamente drogada y la otra persona se sentía también con la libertad suficiente para hacer y decir cualquiera. Es como un efecto contagioso. Si el otro está siendo libre sin culpa, a uno medio se le pega. Además uno estando drogado se permite pensar en cosas que no están relacionadas sí o sí a lo que debe hacer o a cosas que le afectan directamente. Se da un rato para pensar en la vida en general.
En fin, hoy en día, teniendo la experiencia encima de haber fumado casi diariamente por dos años y haber estado en pareja con dos personas diferentes las cuales siempre fumaban por lo menos un faso todos los días, puedo decir que es una paja fumar todos los días. No está bueno. Y no porque sea como la cocaína que después quedas re quemado, sino porque veo que en ambos se repite que se estancan en sus propósitos, o no pueden bajar de peso porque el bajón de la marihuana te hace arrasar la heladera, o no pueden mantener el ejercicio físico porque te fumas uno y alta paja ir al gym, o no pueden estudiar porque, ¿cómo concentrarte en los LOGARITMOS estando drogado?
No es una cuestión de blancos y negros. Pero al parecer nuestros mayores o nuestros superiores siempre nos quieren hacer creer que en cuando a la marihuana es todo negro, y nosotros nos queremos creer que es una plantita y que es todo blanco. Y no. No nos hagamos más los giles pensando que la marihuana es sólo mala si tenés un mal viaje como yo, y que sólo te pasa si estás pasando un mal momento, y que la marihuana es maravillosa y perfecta. La marihuana, como cualquier droga, PUEDE llegar a ser mala porque, a pesar de que nos escudamos diciendo que científicamente no genera una adicción, la verdad frente a mis ojos y mis experiencias es que sí PUEDE generar una dependencia. Una dependencia que te pone muchas barreras mientras te pinta flores y colores y te hace creer que te convertiste en la persona más creativa del mundo.
No me arrepiento de haber fumado. No me arrepiento de haberme emborrachado. Tampoco puedo decir que no vaya a hacer ninguna de estas cosas nunca más. Lo que sí puedo decir es que ya no voy a escudar mis acciones diciendo que son plantitas, o que es un poco de alcohol algunos fines de semana. Son cosas que a veces nos generan daños, que no son mortales como los de otras drogas más pesadas, pero que si se consumen con regularidad también te pueden ocasionar daños, daños que quizás hasta nos sean imposibles de ver.
A veces extraño fumar, pero porque era un ritual con mi pareja y mis amigxs. No extraño perder la sensación de la realidad bajo una droga, porque ahora descubrí otras formas de perder la sensación de la realidad, sin necesidad de perder el control de mi cuerpo o mi mente. O más bien, sentir una sensación de realidad completamente diferente a la que uno tiene en el día a día. No es necesario fumar o tomar o consumir para salir de tu sistema un rato. Yo hoy me escapé un rato, y fue escribiendo esto.
Muchas veces nos pasa que al no estar preparados para la vida, no sabemos de que manera enfrentarla, y recurrimos a drogas, alcohol, sexo incluso para "aliviarnos" momentaneamente.
ResponderEliminarComo dices, cada uno elige con que veneno envenenarse, y personalmente no estoy a favor de consumir drogas con el fin de"escapar", la vida seguira ahi te guste o no, y la unica manera de vivirla es enfrentandola y aprendiendo a vencerla obstaculo por obstaculo.
El problema es que, muchas veces, uno se mete en las drogas pensando que es con fines recreativos o simple diversión, y mucho más tarde se da cuenta que era para escaparse. Y, también, muchas veces recién se da cuenta cuando toca fondo.
EliminarYo estoy a favor de que cada uno haga lo que quiera con su vida, simplemente me preocupa el argumento de que la marihuana o el alcohol no son "drogas de verdad", cuando sí lo son. Y si vas a drogarte, al menos sé consciente de qué estás consumiendo y de los efectos que te provocan; no simplemente los alucinógenos, sino cómo están impactando estos en tu día a día. Y romper con el mito de "es sólo una plantita, la marihuana, no te hace nada", o "el alcohol es sólo un poquito todos los fines de semana, no te hace nada", cuándo no hace siquiera falta ver estudios científicos, sino simplemente ver a tus amigxs o a vos mismx y darte cuenta que SÍ generan dependencia, SÍ te afectan en tu día a día, y ninguna droga "no hace nada" (estoy generalizando).
--------------> Gracias por comentar <3
Consumo desde los 13 todo hiba normal siempre me divertía Hasta que un dia decidí fumar sola y empecé a tener muchas dudas sobre la vida pensamientos que hiba y venía mi cerebro hablaba empecé a correr por toda la casa no podía calmarme me sentía morir no podía dormir comi algo para bajar la locura el mal viaje no era físico si no psicologíco quede mal por unas semanas eso me llevo a terner miedo de volver a fumar cuando consumía habitualmente me quedaron esos pensamientos y quien real mente era yo Cómo era el mundo y las personas ese mal viaje me quemo la mente y mi forma de pensar quede con asiedad depresión y ataques de pánico no dormir bien por 3 meses Hasta que volví a fumar y trate de pensar que solo estaba en mi mente haci aunque cada viaje tenía que luchar con esos pensamiento y que mi mente "hablara" después ya empezó a ser como mi primera fumada ya no me paso más de mal viajarme y no va a pasar por que supe controlarlo pero después de eso no soles quedar muy bien mas si seguis consumiendo podemos decir que te queda una mente abierta así dios el mundo el universo las personas los animales la vida sobre todo en gran si consumir marihuana puede cambiarte la vida a largo plazo nadie se salva de un mal viaje suelen ser físicos pero el más feo es el mental.
ResponderEliminarde verdad quedas asi?? estoy muy preocupada solo por probar y probe mucho me dio ansiedad y depresion, va me la empeoro por que desde antes de fumar ya estaba asi, y me dio despersonalizacion y desrealizacion
Eliminarde verdad quedas asi? yo mal viaje hace como dos años pero desde antes de eso yo ya era depresiva y ansiosa pero fumar por probar y fume mucho solo me lo empeoro
EliminarLara, no te preocupes. Puede que la marihuana haya empeorado (TEMPORALMENTE) tu cuadro en su momento, pero realmente el problema están en otro lado y es a través de la introspección y de la atención psicológica y/o psiquiátrica que puede ser atendido.
EliminarQuizás lo que haya empeorado la marihuana hubiese empeorado luego de todas formas sin la marihuana.
No te preocupes, pero ocupate de tu salud mental para poder aprovechar la vida lo mejor posible :D
Literalmente me siento muy ansiosa y muy depresiva, no le encuentro el sentido a nada y me da miedo morir, más que todo me asusta sentirme como si no tuviera cuerpo y que mi realidad se siente extraña distinta, me siento como flotando sobre mi, me pasó por fumar marihuana y bueno después estuve un tiempo mejor pero volvió con un ataque de pánico nuevamente, yo desde niña repito he sentido esto y he tenido ataques de pánico y dpdr pero esto de la marihuana como lo empeoró, he leído mucho y dicen que te quedas traumado y que no volves a ser el mismo y eso me da muchísimo miedo, yo solo quiero estar bien, aparte que me siento como vacía por dentro sin emociones más que tristeza y miedo, estoy en tratamiento actualmente pero tú crees que me cure? Soy obsesiva también
EliminarAdemás que la situación familiar mía no me ayuda y estoy muy deprimida perdón si te cuento es que me siento tan sola no se nadie me entiende
EliminarEs un tema complejo y las respuestas más seguras sólo te las puede dar un psicólogo y psiquiatra. Lo que sí te puedo decir (basada en mi propia experiencia) es que el fumar marihuana puede que haya empeorado tu cuadro pero realmente ese cuadro estaba de siempre ahí y probablemente terminara empeorando de una forma u otra. Es decir, la marihuana no creo que haya hecho nada irreversible, solo fue un detonante.
EliminarSi te sirve de algo, mi experiencia fue de hace unos años y ya hace un tiempo que no tengo ataque de pánico ni de despersonalización. No sé si exista tal cosa como una "cura", pero SÍ existe el mejorar, ¡y mejorar muchísimo! Se mejora haciendo terapia y trabajando con vos misma tus cosas (miedos, traumas, tristezas, etc). Te recomendaría que te animes a hablar de todo tu pasado y todos tus sentimientos actuales. Cuando los sacamos afuera se hacen menos pesados y nos conecta con la realidad. Escuchá lo que los demás tengan para decirte. Aunque no vivan lo mismo que nosotros a veces los consejos simples (salir a caminar, hablar con amigos, hacer ejercicio, comer bien, distraerte, hacer cosas que te gustaban hacer de chica) son efectivos.
Apoyate en amigos, en gente nueva que conozcas, en la familia que sí puedas contar, en tus terapeutas, pero especialmente en vos misma. Yo al principio me apoyé en todos y la piloteé (y estoy muy, muy agradecida con todos los que me ayudaron), pero mi verdadera mejoría fue cuando pude aprender a estar sola y recuperar el poder sobre mí misma.
Que se siente estar mejorada o curada? A mí el sentimiento que más me angustia es como sentirme sin cuerpo o no se extraña pero.no tengo mareos, y algo raro en mi cabeza, y también muy vacía y me cuesta sentir emociones
EliminarTambién sigo con muchísima ansiedad y siento que en cualquier momento puedo tener otro ataque de pánico, desde niña me pasa
EliminarOjalá pudieras darme más consejos y recomendaciones
EliminarMi recomendación es ir al psicólogo y realmente intentar seguir sus indicaciones y, además, hablar sobre toda tu vida. No vayas para hablar solamente sobre tus sensaciones actuales, hablale sobre toda tu vida y todas las cosas que te hicieron daño, o te dieron miedo, o tristeza, o causaron traumas, etc. Debe de haber cosas que en tu infancia te provocaron malestar y quizás tu cuerpo lo manifiesta con la ansiedad y los ataques de pánico (al menos eso me pasó a mí).
EliminarRepito que yo no soy psicóloga ni nada, pero todas esas sensaciones que tenés yo también las tuve, y para mí todo es el miedo. Tener miedo hace que pensemos mucho, que nos pongamos en un estado de alerta, que nos cueste tener la mente clara y enfocarnos en el presente. ¿Cómo se quita el miedo? Bueno, en mi caso al principio buscaba no estar sola (amigos, familia) y estar muy acompañada con el psicólogo y con pastillas recetadas por psiquiatra; eso hacía que me sintiera más calmada. Pero al final lo que más me ayudó fue hablar de muchas cosas de mi vida con la psicóloga, enfrentar algunos miedos, confiar más en mi misma.
Mis consejos son:
1. Ir al psicólogo (buscar hasta encontrar alguno con el que te sientas cómoda).
2. Ir al psiquiatra si el psicólogo te lo indica (las pastillas ayudan a calmar; no son la solución definitiva ni una cura milagrosa, pero ayudan a no pasarla tan mal al principio).
3. Entender que nada de lo que te pasa es irreversible. La marihuana no hizo nada irreversible, tampoco. Solamente tenés que enfocarte en sanar mentalmente y estas cosas van a calmarse mucho y quizás algunas desaparecer.
4. Entender que no te vas a morir ni vas a perder la cabeza. Es solamente el miedo.
5. Meditar (recomiendo aplicación Lojong para Android, es gratis -tenés que buscar la opción que te va a aparecer de aceptar ver publicidad y entonces toda la aplicación va a ser gratuita-). Esto ayuda a concentrarte en el presente, a aprender a estar con vos misma y a calmar tu cuerpo. Quizás no te guste al principio porque estás muy alterada, pero algún día podes probarlo a ver qué te parece. Es opcional pero a mí me ayudó.
6. Comer bien y hacer ejercicio: hay alimentos y bebidas que generan más ansiedad, por ejemplo el café. Intentá comer sanamente, obviamente darte los gustos que quieras para mimarte, pero una buena alimentación hace que tu cuerpo esté sano y menos ansioso. Lo mismo con hacer ejercicio; puede ser aunque sea caminar.
7. Hace actividades que te gusten mucho. Ver películas, series, animé, documentales, dibujar, cantar, bailar, escuchar música, cocinar, limpiar, escribir, leer, jugar videojuegos, jugar con el perro o el gato, maquillarte, peinarte, darte un buen baño relajante. Las cosas que mejor te hagan sentir, que te distraigan y hagan feliz. También estaría muy bien que empieces a estudiar algo que te interese, o si ya estás estudiando algo que te gusta intentar concentrarte en eso para sentir que estás construyendo algo.
8. La familia nunca es perfecta, los amigos tampoco. Siempre nos gustaría que muchas cosas fueran diferentes, pero no hay que concentrarnos en lo que no tenemos, sino en lo que tenemos. En la gente en la que puedas confiar para charlar, o para distraerte, o para disfrutar un buen momento, apoyate. No todo el tiempo, pero sí para pasar un buen momento o para buscar un abrazo en un mal momento.
Eso es lo que se me ocurre por ahora. Yo aún tengo ansiedad y algunos episodios de depresión, y cuando paso un largo tiempo sin concentrarme en estar bien conmigo a veces empeora, pero ya no tengo ataques de pánico ni de sentirme tan ajena a la realidad. Todo mejoró desde el primer ataque de pánico, y cada día que paso concentrándome en mí siento que todo mejora de a poco. Lo más importante para mí es tratarse a una misma como si fuera su propia amiga. ¿Le dirías a una amiga que se cure ya mismo de lo que tiene o la acompañarías mientras va mejorando y la apoyarías en los malos momentos? Sé tu propia amiga. No te pongas tanta presión ni peso encima, querete y acompañate.
Muchas gracias de verdad! Saludos
EliminarDe nada! Te dejo el canal de un tipo que a mí me está ayudando mucho escuchar (https://www.youtube.com/watch?v=Ss6h3R36IYU&ab_channel=SergiRufiREAL).
EliminarLo mejor para vos, Iara. Besos :)
Gracias por compartir tu experiencia!
ResponderEliminarA vos por tu comentario! :')
EliminarHola Lara! Bueno, vengo a contarte mi mal viaje.
ResponderEliminarTodo iba bien, fume con unos amigos por primera vez, crei que iba a estar de lujo, que me iba a sentir relajado, el efecto tardo en sentirse, pero cuando lo senti fue horrible. Me quede mirando una planta como tonto, cuando empece a sentir como el mundo se iba desapareciendo junto conmigo, sentia como el mundo me dejaba atras y me comencé a asustar, al punto de que no sabia que demonios era yo! Es dificil de explicar, no sentia mi vida, cuando de la nada intente caminar y recuperar la conciensia veia el mundo de una forma muy rara, como un sin fin de imagenes repetidas. En eso, vi como me caia al suelo, antes de caer yo sabia que iba a caer, en ese momento deje de respirar y mis amigos corrieron a mi, asustados y preguntandome que tenia. Yo no podia hablar, no los conocía, cuando entonces uno de ellos me dijo: "tranquilo, estas drogado" yo reaccione y me levante.
No pude dormir por varias noches, pero poco a poco voy sintiendome mejor y se que tu tambien lo haras, suerte y mucha fuerza. Yo te comprendo, saludos.
Crees que podríamos hablar? Yo tengo mucha ansiedad y dpdr o no se, te dejo mi WhatsApp +543517334962
ResponderEliminarA mí me pasó algo muy parecido, tengo una historia muy parecida a la tuya. Fumaba y me encantaba percibir cosas que estando sobrio nunca hubiera podido, apreciar mejor las obras de arte, las esculturas, pensar todo mucho más profundamente y cagarme de risa con mis amigos o mi hermano. Hasta que tuve algunos viajes horribles los cuales fueron producido por estrés y traumas acumulados durante mucho tiempo. Desde ahí que soy mucho más respetuoso con la marihuana y me la dejé de tomar a la ligera, esos viajes feos cada tanto vuelven (estando sobrio los recuerdo) y me aterran y deprimen, ya que "flashié" cosas que nunca o difícilmente me voy a perdonar. Mi psicóloga me dijo que revivir esos malos viajes estando sobrio es una especie estrés postraumático, y que son comparables a un secuestro, o accidente en el que perdí a algún ser querido, etc. Te agradezco por compartir tu experiencia ya que me sentí muy identificado con ella, saludos.
ResponderEliminarJulián, gracias por compartir tu experiencia conmigo y con quienes lleguen acá, probablemente por haber vivido una experiencia similar a la nuestra. No quiero faltarte el respeto ni entrometerme en tus cosas sin saberlas, pero me gustaría tomarme el atrevimiento decirte algo igualmente.
EliminarCreo que la mente humana y sus formas son más complejas de lo que cualquiera de nosotros pueda imaginar, y que la mayor parte de nosotros va por la vida intentando evadirlas o creando distracciones para no afrontarlas, mintiendo al resto y mintiéndonos a nosotros mismos. Nuestros inconscientes cargan cosas inimaginables que probablemente nada tengan que ver con nuestro control. Quiero creer que no es nuestro inconsciente lo que nos define, sino lo que sí podemos controlar: nuestras acciones. Buscar ayuda profesional, no causar daño al otro ni a uno mismo, encontrar buena gente con la cual uno pueda realmente hablar y compartir vida, y encontrarse a uno mismo.
Realmente espero que puedas encontrar la forma de amigarte con vos. A veces la vida ya es lo suficientemente dura como para que encima debamos vivirla solos de nosotros mismos.
Saludos.
ese es el tema cuando alguien te pinta algo de que es muy malo, despues lo probas y no es tan asi, no es automáticamente bueno...
ResponderEliminarcon respecto a las otras personas que comentaron yo entiendo que esos ataques de panico se dan por 2 causas, que enrealidad es 1 pero se puede desencadenar por distintas causas y estas son las que conozco y creo que experimente, bueno. La primera es que tenes estrés acumulado, se dan por situaciones traumaticas de distintos tipos recurrentemente que te hacen estar en alerta mucho tiempo, cuando fumas toda esa ansiedad que tenes, ese mecanismo de lucha o huida se dispara y encima estas drogado te asustas aun mas. La segunda provoca lo mismo crisis de ansiedad, pero es provocado por el consumo excesivo y recurrente de marihuana, asi como el estres se acumula en el sistema nervioso, el uso recurrente de marihuana también lo sensibiliza lo que provoca que uno este mas pendiente de como late el corazón, la respiración acelerada, lo que pasa a nuestro alrededor, etc. Y bueno eso dispara ansiedad y paranoia.
En mi experiencia eso lo logre controlar simplemente dejandolé de prestar atención a los síntomas, tenes que distraerte con algo y ahi podes empezar a fumar, muchas veces el ataque de panico te deja un trauma, un miedo a que vuelva a suceder y cuando volvés a fumar estas pendiente de que el corazón te lata normal, que tus venas no estén muy contraídas, a algún mareo o desequilibrio,etc.
Todo eso es normal cuando fumas marihuana solo que no te dabas cuenta porque estabas prestando atención a otras cosas. En mi caso deje de tener estos ataques de panico, en la primera cosecha que saque, siempre que fumaba me agarraba panico, pero el dia que saque la primera planta, estaba muy contento, mientras manicuraba los cogollos se me ocurrio, secar uno en un frasco a baño maria, y me puse a fumar, en ese caso el cogollo no era tan fuerte obviamente, por el metodo de secado, pero me pego lo mas bien, despues pude seguir fumando toda esa planta y las demas con completa normalidad sin miedo, en caso de que tengan un cogollo en optimas condiciones, les recomiendo que empiezan con una sequita y que se pongan a ver una peli, serie, charlar con amigos, algun videojuego, tocar un instrumento, etc... Escuchar musica no! no te entretiene mucho más si ya escuchaste el tema muchas veces y te pones a pensar, tampoco vean cosas fuertes con mucha violencia, o el programa de sala de emergencias, necesitan que el viaje sea pacifico, ya una vez que te adaptas a fumar sin miedo a los cambios fisicos podes hacer lo que se te de la gana vas a estar como antes de las crisis de ansiedad.
Con respecto a lo de desrrealizacion y los brotes psicoticos que sufrieron algunos en los comentarios, no puedo decir mucho porque no me paso, pero supongo que se hunden demasiado en sus pensamientos a tal punto que el cerebro empieza a delirar como en un viaje fuerte de LSD, pero si les aconsejo les miento... todo lo que escribí lo escuche de la boca de profesionales de la salud y tambien lo experimente por mi mismo, y me olvidaba, otra de las cosas que les puede estar pasando es que tengan un bajon de azúcar en sangre, asegúrense de que antes de fumar esten bien alimentados, coman algo dulce un rato antes de fumar, eso tambien desencadena un mal viaje, que te baje el azucar es feo hasta cuando no fumas.
Saludos
--> Tené cuidado si recomendás estas cosas a los demás. Hay que distinguir la ansiedad que te da solo por fumar (como Luisillo en los comentarios o vos) y la ansiedad que tenías de antes por otros aspectos de tu vida y que la marihuana terminó por desencadenarlo en un ataque de pánico (como en el caso de Lara y el mío). En caso de que sea solo por fumar, estos consejos suenan bien, pero en caso de que sea por otros aspectos de tu vida yo recomendaría NO evitarlo con distracciones y NO seguir fumando. Hay que acudir a un profesional de la salud mental: no se soluciona evitándolo, sino trabajándolo. Importante saber diferenciar un simple mal viaje de un problema de salud mental empeorado (probablemente temporalmente) por la marihuana. Si se evita, se EMPEORA.
Eliminar--> Y con respecto a lo de la desrealización, sí, la experiencia que tuve ese día siempre me pareció más similar a las experiencias que he escuchado de gente con otras drogas que a las de la marihuana. Es extraño. Sin embargo, Lara dijo que le pasaba desde antes de fumar y yo tuve una etapa durante la adolescencia que también (aunque ni ahí con la misma intensidad); quizás eso influya. Es curioso porque tanto las dos psicólogas que tuve como la psiquiatra parecían no tener idea de lo que era la desrealización cuando se las describía y no lograban comprenderlo (ahí ves lo que pasa cuando en la psicología no se investigan las drogas recreativas como un método de autoconocimiento). De hecho, yo hoy en día no sé ni siquiera si llamarlo así, pero utilizo el termino que ustedes utilizaron. Creo que lo mío se parecía más a la despersonalización, ya que era hiperconsciente de la realidad, solo que no era capaz de recordar cómo era mi personalidad y me parecía que todos éramos personajes (actores, o solamente ciegos de la realidad). Algo así me sale explicarlo. Y NO lo tuve solo fumando, lo tuve también luego, sobria, pero con algo menos de intensidad. Incluso hoy en día sigo teniendo algunos pensamientos respecto a eso: soy muy consciente de los personajes que nos creamos todos para existir en sociedad. Por eso mi miedo era haberme quedado loca, o más bien me daba miedo la sensación de haber abierto una puerta y ya nunca poder volver a cerrarla.
Salu2
Hola yo también tuve un mal viaje, era la primera vez que consumia, y fue un dulce con marihuana, primero no sentía nada, todo era risas hasta que de un segundo a otro sentía como si estuviera saliendo de mi cuerpo como a punto de desmayarse o perder la conciencia, no sabía si ya estaba drogada o realmente me sentía mal. Me asuste muchísimo, me empeze a ver como de afuera de mi cuerpo, como si estuviera viendo una película y escuchaba todo lo que decía pero no podía controlarlo, mi corazón se empezó a acelerar mucho, era como si estuviera por morir o por volverme loca y nunca más volver a la realidad, todo era como recuerdos y apenas podía hablar o decir lo que yo realmente quería decir, salían palabras de mi boca que yo no había pensado, es difícil de explicar, pero fue muy horrible y traumatico, pensé que de verdad me iba a quedar en ese estado para siempre y que nunca más iba a poder volver a mi cuerpo y controlar mis pensamientos, también tuve que ir a la guardia por que realmente sentí que me iba a volver loca o que me iba a dar un paro cardiaco por que sentía que me iba a morir, me tomaron la presión todo bien, solo tenia taquicardia, pero al saber que estaba todo bien recién ahí pude tranquilizarme un poco y al pasar las horas se me fue pasando el miedo y volví a controlar mi cuerpo y mis pensamientos, pero fue muy horrible
ResponderEliminarMi mayor miedo también era volverme loca... que no hubiese vuelta atrás. Por suerte lo hubo.
EliminarGracias por compartir tu experiencia, Melody. Espero que estés bien.
Saludos :)