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Ya fue ser susceptible. (2016)

Ya fue ser susceptible, chicos. Yo te lo entiendo hace cinco o diez años, cuando internet era un lujo para pocos y no leías la opinión de muchos. Te lo entiendo cuando vos interactuabas con la misma gente, de los mismos círculos y zonas. Te lo entiendo cuando éramos corazones sensibles que buscábamos entendimiento y una palmadita en la espalda. Pero ya fue.

Tomando un poco las riendas de esta entrada voy a remontarme a un recuerdo de hace no muchos días. Reunión de familia, los pibes por un lado, los viejos por el otro. Sujeto A le estaba mostrando a un Sujeto B una canción pesadísima, larguísima y con muchísimos instrumentos al mismo tiempo, porque quería que escuchara al guitarrista. "¿Escuchaste?", decía el Sujeto A, que le gusta mucho la música, al Sujeto B, que está recién aprendiendo a tocar la guitarra. "Yo sólo escucho ruido.", dije yo. Un Sujeto C, tirado en el sofá a nuestro lado, se levanta indignado, con una mano el pecho, y comienza con el discurso que ya todos conocemos: "Ay, no digas eso sólo porque es heavy metal. ¿Qué sentirías vos si dijeran eso de la música que a vos te gusta?". Por un segundo creí que rompería a llorar y tendría que consolarlo. Por suerte no. Se quedó mirándome con los ojos llorosos del gatito de Shrek, en busca de una respuesta de arrepentimiento.

Yo, con la paciencia de los pescadores nocturnos de las playas de Las Toninas y el cariño infantil forzado de todas las maestras jardineras bonaerenses, tuve que explicarle: "No me refiero al heavy metal. Me refiero a que yo no tengo oído para distinguir los instrumentos aislados de la canción, básicamente porque nunca aprendí de música, porque nunca me interesó la música y porque tengo un oído choto". El sujeto C calló. A pesar de que tenía ganas de alejarme de toda mi familia, igual casi lo aplaudo y lo felicito por reafirmar su argentinidad opinando e indignándose por algo que apenas escuchó y evidentemente no entendió.


Pero ahora, finjamos ser adultos por un segundo e intentemos responder mi pregunta: ¿y cuál sería el problema si yo hubiese dicho que el heavy metal me parece que es sólo ruido? ¿Qué pasa?, explíquenme porque no lo entiendo. No entiendo que hoy en día, finales del 2016, todavía nos estemos indignando porque los demás no sepan apreciar lo que nosotros sí apreciamos. Si nosotros sabemos que el  género de heavy metal tiene temazos con un manejo de instrumentos excepcional, entonces ¿cuál es el problema si alguien dice que no le gusta? Ojo, entiendo que si tenés ocho o nueve años eso puede llegar a molestarte, porque todavía sos una ratita piojosa caprichosa. Yo pasé por esa etapa, todos lo hicimos, todos lo entendemos. Pero me parece que es hora de crecer, gente. Posta lo digo. Es una locura que en la era cúlmine del Twitter, maquinaria de humor negro, cizaña, mal humor y odio, todavía haya gente que se indigne por pelotudeces.

¿En algún momento dejaremos de ser niños de preescolar?, me pregunto. ¿O es que simplemente nos van creciendo bigotes y tetas, y nos vamos haciendo unos chicos grandotes y peludos? ¿Vamos a seguir intercambiando figuritas en el tiempo libre en la oficina?, ¿vamos a llorar cada vez que desaprobamos un examen en la facultad?, ¿vamos a patalear cuando alguien dice algo que no nos gusta en internet?, ¿vamos a insultarnos cada vez que haya una diferencia en una reunión familiar?, ¿nos va a doler cada vez que alguien diga que no le gusta lo mismo que a nosotros?, ¿vamos a seguir dando clases de moral cuando a nosotros aún nos quedan muchas clases por aprobar?


Me pregunto yo, ¿algún día dejaremos de fingir ser adultos y empezaremos a serlo?

1 comentario:

  1. Quien no haya sido un pelotudo en sus veintitantos, q arroje la primera piedra. . .

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Ojito lo que pones